20.9.07

Ciao a tutti

Revisando el blog, y comprobando el punto al que he llegado, no me queda más remedio que cerrar el chiringuito. No tiene sentido seguir escribiendo estas páginas. Y aunque sigo teniendo tantas ganas de escribir como el primer día, sería absurdo querer hacerlo aquí. No me he quedado afónica, pero estoy empezando a perder mi voz. Y antes de destrozar por completo mis cuerdas vocales, prefiero decir adiós.

He querido dejar reposar las palabras durante un tiempo, esperar a que pasara la marejada. Pero ya nada será igual. Y no sólo por la pérdida del anonimato, sino por el hastío que venía arrastrando cada entrada.

Tengo que dar las gracias a todos los que han participado con sus comentarios, porque la experiencia ha sido enriquecedora: ha sido agradable saber que hay gente que lee estas páginas, y que disfruta con ello; ha sido reconfortante sentir su apoyo en los momentos difíciles (¡gracias Isabel!); y sobre todo ha sido sensacional ver que podíamos abrir espacios de debate, espacios para compartir e intercambiar opiniones, aunque estas no fueran siempre del mismo signo.

He dejado una promesa incumplida.

Pero prometo seguir escribiendo, no sé dónde, no sé cuándo...