4.12.06

Cosas de la vida moderna

A veces sueño con vivir en un pueblecito junto al mar, en una casa vieja de techos altos, donde el aire helado del mar de invierno se cuela por las rendijas de las ventanas desvencijadas. Sueño con dejar mi puerta siempre abierta, sólo resguardada por la sombra del esparto. Sueño con sentarme y mirar por la ventana, mirar a la calle a mis pies, por donde pasará gente más o menos atareada, pero casi siempre conocida. Sueño con un balancín y una silla baja de enea.

Sueño con una con una casa sin televisión, ni radio, ni ordenador. Sueño con apartarme de internet. Sueño con que las únicas ventanas que abra sean las de mi casa.

Sueño con vivir mirando al mar, amando y dejándome amar; acompañando a mis niños al colegio; bebiendo limonada en verano y horneando galletas con sabor a canela cuando empieza el invierno.

Sueño con no tener que mirarme más al espejo. Sueño con no tener que comprarme ropa todos los años fijándome en las revistas de moda, para no llamar demasiado la atención. Sueño con olvidar lo que es una revista de moda.

Sueño con escribir todo lo que piense, no en un blog, sino en un cuaderno. Miles de cuadernos viejos que se irán amontonando en una estantería. Sueño con una estantería que se llenará de libros conforme los voy leyendo y no según los voy comprando para dejarlos luego arrinconados.

Sueño con que mi única profesión vuelva a ser la que soñé de niña: sueño con que me sea posible vivir pintando acuarelas, pasteles, óleos... Y si no, con tener tiempo para pintarlos. Sueño con vivir abrazada a una guitarra. Sueño con no estar ocupada en hablar, para poder cantar. Sueño con que en aquel pueblo junto al mar me conozcan como "la loca que pinta cuadros y no vende ni uno" o "la loca que se pasa el día cantando en un idioma incomprensible".

Sueño con no hacer nada, con no tener profesión, con ser un parásito de esta sociedad, donde todos estamos llamados a ser productivos.

Pero me temo que si algún día, por azares de la lotería que no juego, puedo cumplir mi sueño, me aburriré. Y en dos meses volveré al ansia internáutica de ver mundo más allá de donde estoy. Desdeñaré camisones con flores; caeré en las redes de cualquier peluquería, aunque sea de barrio; moriré por comprarme un mp3 o un portátil. Y por Navidad, no habrá galletas, pero sí carísimos regalos.

9 comentarios:

Isabel Barceló Chico dijo...

La ventaja es que sabes que tus sueños no se corresponden con tus deseos, así que si no se cumplen, no pasa nada. Ahora el reto es conseguir averiguar qué es lo que quieres de verdad...De todos modos, me encantaría que te tocase la lotería. Besos.

umla2001 dijo...

No creo que sea eso... Más bien diría que tengo un sueño para cada día de la semana. Ni los sueños ni los deseos son estables y uniformes. Más que nada porque las personas tampoco lo somos.

Gracias por pasarte y por tus buenos deseos, aunque me conformo con menos que la lotería. Espero que andes mejor de tus resfriado.

Saludos.

Anónimo dijo...

Este texto es una pura delicia y tendríamos que escribirlo alguna vez todos los que pensamos que sabemos lo que pensamos y todos los que somos diligentes.
Este es el sueño de la nada, de nadear, de escapar por un agujero, que de volver ya se encargará la razón de cada día.
Te debo la sonrisa que me has sacado a la luz mientras te leía.

umla2001 dijo...

Gracias por tus palabras, Luis. Me alegro de que te haya gustado.

Saludos.

Anónimo dijo...

¿Como has conseguido abrir mi cabeza y plasmar mis sueños? hmmm.

Robasueños, hehehehe

Pd: Que gracia me ha hecho lo de soñar con que te toque la loteria pero no jugar a ella....justo lo que me ocurre a mi, hehehe. Y lo peor de todo, te lo gastas en ese mismo sueño.

Un saludo

umla2001 dijo...

Hola, Grumman. Más que sueños robados, preferiría hablar de sueños compartidos.

Demetrio, más que "burguesa urbanita", yo siempre me he considerado una "chica de ciudad". Pero es lo mismo: por mucho que nos apetezca escapar de nuestro modo vida urbano, al final siempre vuelve a nosotros. Somos animales de costumbres.

Gracias por pasaros y saludos.

Anónimo dijo...

Umla, también compartes este sueño conmigo, pero los sueños, por desgracia, casi nunca se cumplen. Aun así, es increible como nos aferramos a ellos con todas nuestras fuerzas. Los románticos decían: "los sueños son las únicas realidades". Demasiadas veces me he visto atrapada por este lema, he vivido mis sueños de un modo demasiado real. Por esto creo que, a pesar de que rompa el sueño, el último párrafo era necesario: es la realidad.
Saludos!

Anónimo dijo...

Qué tal, Umla? Es verdad: Los sueños y los deseos son móviles como las dunas. También está relacionado con el tópico de que "nadie está contento con lo que tiene". Por otra parte, cada vez flipo más con la de cosas que tienes que decir y claro, con tu forma de decirlas. Felicidades otra vez por el post. Precioso.

umla2001 dijo...

Hola Nausicaa, gracias por venir por aquí y comentar. La realidad y el sueño no están tan distanciados como mucha gente puede llegar a pensar: de hecho, muchas veces son los sueños los que nos permiten seguir adelante con nuestra realidad.

Ché, qué alegría verte de nuevo por aquí. Imagino los motivos por los que no se te ha visto demasiado el pelo y, la verdad... ¡estoy esperando ver fotos! Besos y mil gracias por tus piropos.