29.8.07

Aclaraciones

¿Seguir escribiendo sobre un asunto del que se supone no debemos escribir no es incurrir una y otra vez en el mismo error, aunque sea para aclarar aquello que pudo ser maliterpretado?

No lo sé.

De todas maneras, es necesario matizar algunos aspectos que se podían desprender de las abundantes críticas y quejas que sobre mi trabajo vertí en estas páginas.

La soledad y el aislamiento. Quizá no fueron tales, pero yo me sentí sola y aislada. No puedo borrar ese sentimiento de mi memoria porque ahí está. Quizá no supe ver que sí había personas que me apoyaban. Y esto, cualquier trabajador que se haya sentido aislado en su empleo, puede comprenderlo.

Especialmente, tengo que resaltar la labor de la Consejería de Cultura. Si bien en un primer momento consideré que su ayuda no era de la magnitud que yo estimaba necesaria para desarrollar un proyecto como era el de la serie Andalucía Barroca, debo reconocer que durante los últimos meses su personal se volcó conmigo, facilitándome el trabajo semana tras semana para poder sacar la serie adelante. En este sentido, tengo que destacar el empeño y pasión que pusieron Jesús Romero, Director General de Bienes Culturales, y José Luis Romero, Conservador del Patrimonio, a quienes admiro por haber sido para mi una fuente inagotable de conocimientos en todo este proceso y por su capacidad para implicarse en el proyecto.

Asimismo, respecto a los asesores que debieron haber participado en la serie, no sólo aportando su saber al departamento de documentación, sino realizando los totales que luego se insertarían en el discurso narrativo de cada capítulo; no deja de ser verdad que muchos de los que se nos propusieron como contactos en un primer momento, no dieron una respuesta favorable a esta colaboración.

Sin embargo, sí hubo muchas otras personas dispuestas a colaborar, capaces de dedicarnos su tiempo, sus conocimientos y su amabilidad. Entre ellos debo destacar a profesores y catedráticos como Reyes Escalera, Rosario Camacho, Rafael Sánchez-Lafuente Gémar, Miguel Bernal, Antonio Parejo, Victor Pérez Escolano, Antonio Bonet Correa, etc. Auténticos pesos pesados del estudio de la Historia del Arte en Andalucía, que han demostrado su grandeza, a nivel profesional y humano. Cabe además en estas líneas un cariñoso recuerdo para una de las personas más generosas que he podido conocer en mi vida profesional, el Delegado Episcopal para la Restauración de la Iglesia del Salvador, Juan Garrido Mesa, que falleció pocos días después de rodar su intervención en la serie.

Por último, debo reconocer que si estuve en desacuerdo con el nivel que se me había impuesto en la escritura del guión; o con la metodología de trabajo; este blog no era el espacio más adecuado para hacerlo saber a nadie. Y si mis palabras al respecto pudieron ser interpretadas como palabras de menosprecio o resultaban hirientes para las personas con las que estaba trabajando, se debió sin duda a un error de interpretación por su parte, o a una mala redacción por la mía, porque esa nunca fue mi intención.

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