Consultando un texto al respecto, del historiador Alfredo López Serrano, que espero me permita citarle en estas páginas, encuentro afirmaciones como éstas:
La prosperidad había hecho adquirir a los españoles malos hábitos económicos: lujo en el consumo, especulación como forma de vida, con préstamos al Estado, siempre en déficit...
(...)
La burguesía y las clases medias, deseosas de prosperar, consideraron que para lograr el prestigio social y la nobleza lo primero que había que hacer era abandonar los oficios “viles”.
(...)
En resumen, los españoles no querían trabajar. En el cambio de siglo se consolida la abrumadora presencia de los pícaros, de toda condición, en las ciudades y los campos. La dimensión de la mendicidad se hizo alarmante. Para los españoles de entonces el trabajo era una maldición. Dejaron para otros las tareas más duras. Vinieron numerosos extranjeros atraídos a la Península por los altos salarios (franceses sobre todo, que fueron ocupados en la vendimia o la siega, mientras las mujeres lo eran en el servicio doméstico). No se podía prescindir de ellos, pero se dieron brotes de xenofobia (de entonces data la palabra gabacho, con sentido peyorativo) y se les hace responsables de la inseguridad de las ciudades. También los moriscos se ocuparon de las tierras más duras, pero aun así se les expulsará en 1609. Los gitanos sufrieron también un acoso social importante.
Afirma el autor que, entre otros factores que empujaron a la economía española al borde de la ruina, como el descenso demográfico a causa de epidemias, hambrunas y desastres climatológicos; destaca esta mentalidad de rechazo al trabajo y búsqueda del enriquecimiento rápido, aunque efímero.
Vivir de las rentas. Y que trabajen otros.
No hemos cambiado tanto: no hay más que sustituir "pícaros" por "caso Malaya" y "franceses" por "inmigrantes de Sudamérica, el Norte de África y la Europa del Este".
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3 comentarios:
Cuidado Umla que el pesimismo esconde realidades y transformaciones reales. El XVI y XVII de la Monarquía, me resisto a escribir de España, por cuanto no existía homogeneidad social suficiente para ello,adolecieron de elementos muy negativos, pero no solo los que nombras:
La causa principal de esa probable decadencia a la que te refieres, fué un enorme problema demográfico. la monarquia más poderosa de Europa se asentaba sobre una población (fundamentalmente Castilla) muy reducida en comparación con la Francia y la Inglaterra de la época. La población de la Corona de Aragón no llegaba al millón, y la castellana andarñia por los diez o doce.
Sin población los gastos de mantenimiento de una política demasiado costosa por su implicación europea (pese incluso a las remesas de oro de América) es dificil construir un mercado interior. De ahí las repoblaciones, que ya venían de los siglos XII y XIV.
Por otra parte cita el autor a la burguesía: conviene no exagerar, la burguesía es un invento del siglo XIX como clase social que desarrolla comercio y riqueza a partir de su posición social. Muy poca había en España.
Contra el lujo se luchó con poco éxito.
España vive, creo yo, el mejor momento de su historia y a aaños luz, en términos comparativos de los anteriores.
Hola Luis, debo darte la razón en casi todo. Los olvidos de este texto no son fortuitos, sino buscados a propósito para hacer destacar aún más aquello que me llamó la atención en la conferencia de este historiador.
En lo que no te doy la razón es en tu afirmación final, más que nada porque es una creencia, y en esas cosas no me meto. Simplemente te puedo decir que yo creo que no. Y sí, es por puro pesimismo.
Saludos.
Vale, pues vale. Unj abrazo. Luis
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