11.5.07

Proteger lo protegido

Hace unos años, el colmo del fracaso era seguir viviendo con tus padres a los 30. Hoy, se ve como algo natural.

Hace dos días, el pasado miércoles 9 de Mayo, el Ayuntamiento de Sevilla, a través de su empresa municipal Emvisesa, sorteó más de mil viviendas protegidas para los colectivos que tienen más difícil comprarse una casa -o piso, igual me da-, desde minusválidos a familias monoparentales, pasando por supuesto por los jóvenes con sueldos miserables y contratos temporales, a pesar de que su formación suele superar con creces a la de los jefes para quienes trabajan.

Y digo yo, ¿en qué cabeza cabe que un derecho constitucional, un bien básico y fundamental para la vida, tenga que estar sujeto a las injustas leyes de un mercado donde, unos pocos forrados pueden comprarse tres o cuatro -o quince o veinte- viviendas y jugar con ellas como quien juega en bolsa? ¿Por qué tenemos que esperar a que nos den viviendas protegidas a pesar de tener un buen trabajo y un buen sueldo para poder pagarlas? ¿Por qué celebramos tener que pagar 15 millones de las antiguas pesetas como si nos hubiera tocado la lotería? ¿Sólo porque lo normal es pagar diez veces más? ¿Es posible que estemos errando en la proporción? ¿No sería más lógico que todas las viviendas tuvieran el razonable precio de las protegidas y que el resto, una proporción mínima, fueran viviendas de lujo para aquellos que puedan y quieran pagar esos precios?

Huelga decir que no me ha tocado ni la pedrea.

5 comentarios:

Jose C dijo...

Creo que das en el clavo en esta reflexión Umla, sobre todo aquí:

¿en qué cabeza cabe que un derecho constitucional, un bien básico y fundamental para la vida, tenga que estar sujeto a las injustas leyes de un mercado

Creo que a partir de este punto se ve todo el entramado de nuestras queridas democracias, que el capitalismo y el sentido común comen en mesas distintas, que lo que nos quisieron vender como el culmen del proyecto ilustrado no es más que el capitalismo salvaje de toda la vida.

En fin, que muy buena reflexión y siento que no te haya tocado nada.

Saludos

Anónimo dijo...

Hola, Umla. Ya sabes que yo sí fui un afortunado con una casa de protección oficial. Y lo triste es que sí: que es como si te hubiera tocado la lotería (porque uno ya se hacía viviendo de alquiler toda su vida).

Tienes razón en todo lo que dices. Se trata de ser un poco coherentes con los ciudadanos. No se le pueden pedir peras al olmo.

Suerte para la próxima.


P.D.: ¡¡ Enhorabuena por el estreno de "Andalucía Barroca" !!

Calle Quimera dijo...

Comparto plenamente tu opinion.Saludos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Tienes toda la razón en lo que dices. La mala suerte es que no es la razón del mercado...¡sacrosanto mercado, en cuyo nombre se cometen tantas tropelías! Besos de consuelo.

umla2001 dijo...

Hola a todos y gracias por pasar por aquí. Gracias también por vuestro apoyo y comprensión, porque ese gesto no sólo me atañe a mí, sino a todos los "sin techo" como yo... En fin, que empiezo a hablar como los políticos.

Por otro lado, no me parecería mal vivir toda la vida de alquiler. Al fin y al cabo, aquí estamos de paso. ¿De qué sirve atesorar bienes? Lo que me indigna es que los precios de los alquileres también se han disparado y por un cuartucho de 25 metros cuadrados se paga lo mismo que por una hipoteca (una hipoteca a 40 años, todo sea dicho).

A ver si es verdad que la burbuja esa estalla de una vez, algo que por otra parte no sé si es bueno, ya que éste parece ser el único sustento de la economía de este país, donde no se produce nada, pero se vende de todo...

Ufff, qué espesita estoy.

Besos para todos.