18.5.06

Decálogo del Músico Pop

Un conjunto de diez ideas, sin orden ni concierto, que no pretenden ser normativas, sino inspiradoras, para que el músico pop pueda desarrollarse y continuar su tradición popera:

1. No intentes ser original ni innovador. Recuerda que "pop" viene de popular y con cosas nuevas es imposible ganarse al público.

2. Tus temas han de ser siempre canciones. Olvida las composiciones instrumentales y paranoias varias. La canción es lo único que cualquiera puede tararear, incluso en la ducha, es la más "popular" de las formas musicales... y recuerda que "pop" viene de popular.

3. Para componer tus canciones, pon un especial cuidado en la creación de melodías, que serán como una bomba de relojería, perfectamente diseñadas y ensambladas para estallar en el momento preciso. Los temas musicales deben ser asequibles al oído de tu espectador-oyente y conformar una estructura perfecta e irrompible: la canción pop.

4. En tus canciones, habla de cosas cotidianas, de temas próximos a la rutina diaria y a los intereses de la gran mayoría de la gente, ese gran estrato social de cultura media. Utilizar la poesía y la metáfora es positivo para revestir a tus obras de cierta calidad, pero imponte un límite: no dejes que tus canciones terminen por ser algo abstracto, hermético o introspectivo. No caigas en la reflexión. Lo más "pop" es hablar de la gente común y corriente que te va a escuchar, es decir de la Common People (véase Pulp). Recuerda que "pop" viene de popular.

5. El arte popular habla a las emociones, y eso es lo que debes trabajar en tus canciones: eso es lo que debes transmitir. Los ritmos alegres y saltarines de fin de semana desconectando, los himnos generacionales con los que la gente pueda sentirse identificada y las melodías melancólicas propias del estado seudo-depresivo propio de la gente que nunca ha tenido una depresión de verdad son los extremos entre los que debes moverte.

6. Procura que las canciones sean pegadizas, pero no tanto como para que la gente se canse pronto de oírlas.

7. No caigas en la vulgaridad de crear canciones excesivamente simples y sin contenido. El reaggeton no entra en la categoría pop. Recuerda que "pop" viene de popular, pero en las generalizaciones que entraña el concepto de popular sólo es posible incluir a ese grupo de personas con una cultura media que, invariablemente, solicitan alimentarse de un arte con un mínimo nivel de calidad.

8. Procura cuidar la imagen tanto como tu sonido. No es sólo una autoafirmación del artista integral que llevas dentro y que te obliga a mimar los detalles del diseño de tus portadas, explorando nuevos campos de la creatividad. Recuerda que "pop" viene de popular, en todos los sentidos, y para ser popular hay que integrarse en, al menos, un canon de belleza. Las teorías estéticas contemporáneas dan para mucho, así que no te preocupes si no eres especialmente agraciado. En este aspecto, son claves la ropa, el pelo, las gafas de sol y, sobre todo, la pose.

9. No te preocupes por el estilo de tu música. Ya vendrán otros a ponerte etiquetas. Intenta hacer simplemente aquello que te gusta y te hace disfrutar porque eso se nota en el restultado final de la obra. Si la etiqueta recibida es nueva -normalmente basada en la unión de dos o tres conceptos o subestilos ya inventados hace años-, enhorabuena, ya eres más pop que nadie. Y si no, no importa. Ya sabes que la innovación es desdeñable. Se trata de reinventar un modelo que ya está inventado, que ya es pop-ular.

10. Imita y copia a tus clásicos, a los grandes músicos que escuchaste en tu última infancia y primera juventud, y hazlo sin pudor. No les estás plagiando. Les estás "homenajeando".

Dicho ésto, todos a escuchar a San Blur.

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