20.4.07

Ocurrió en Virginia

Tenía la vana esperanza de que esto les incitara a replantearse de una vez por todas la necesidad de imponer una regulación mucho más estricta de la tenencia de armas.

Pero no ha sido así. Podrá ocurrir veinte veces lo mismo y no será así, mientras la posesión de armas de fuego sea entendida como un derecho, amparado por una normativa surgida en el contexto cultural del XVIII americano, con todo lo que eso conlleva, y por tanto, completamente obsoleta.

El debate ha quedado milagrosamente, o mejor televisivamente, desviado hacia otro punto: la responsabilidad ética de los programadores de las televisiones, sobre todo de informativos, en la difusión del video donde el asesino se confiesa.

Cualquiera puede comprar un rifle en Estados Unidos, pero más vale no mostrarle al público lo que un tarado aspira a -y puede- hacer con algo así entre las manos.

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