19.5.06

Un Mundo Sin Humos

Pactos medioambientales de alcance internacional y dudosa efectividad, dado su escaso seguimiento por los países más contaminantes. Un deseo explícito, aunque sólo de palabra y no con hechos, de impulsar el uso del transporte público en las grandes urbes, con proyectos como el Metro, que avanzan a un ritmo desesperante, entre otras cosas por paralizaciones constantes, como la propiciada en Sevilla por Los Verdes, en protesta por la tala "masiva" de cuatro palmitos en un jardín en que hay que excavar para continuar las obras. Y la puntilla, las leyes antitabaco, que sólo han conseguido que los fumadores tomen las calles, dejando su consiguiente reguero de huellas, esto es, colillas esparcidas por doquier, y que todos los restaurantes se apunten a la moda del "aquí se permite fumar".

Todos estos esfuerzos por un mundo sin humos, voluntandes ecologistas y solidarias que se unen... Pero todos, camino del fracaso más absoluto.

¿Por qué la responsabilidad de construir un mundo mejor, más limpio, más habitable y más sano debe recaer mayoritariamente sobre los usuarios en general y, en particular y más frecuentemente, sobre los que menos tienen, en lugar de recaer sobre los gobiernos? ¿Por qué tengo que perder cuatro horas al día (de 24, es más de un 16% de mi día, es decir, una sexta parte) en ir y venir del trabajo por mi voluntad responsable de utilizar el transporte público? ¿Y por qué otros siguen fumando resguardados tras los cristales ahumados de sus coches oficiales, grandes consumidores de los carburantes cada vez más caros que pagamos todos? ¿Por qué en este país, y más en esta tierra andaluza, con más de 3.000 horas de sol al año no se fomenta la instalación y uso de la energía solar? ¿Por qué a pesar de mi probada incapacidad y torpeza a los mandos de un vehículo me veo obligada a sacarme el carné de conducir y a tener un coche propio, con su correspondiente y desorbitado gasto? ¿Por qué si, como decía aquel anuncio, a mi no me gusta conducir? ¿Es ésta la manera de conseguir un mundo sin humos?

Está visto que el negocio siempre va por delante de la salud pública -si no, ya habría retirado definitivamente el tabaco del mercado, en lugar de asustarnos con mensajes en las cajetillas o subir los impuestos- y del futuro de nuestro planeta.

PD. Estoy probando esto de los links, que me hacía falta.

1 comentario:

Jose M. Sánchez "Daze" dijo...

"Por qué en este país, y más en esta tierra andaluza, con más de 3.000 horas de sol al año no se fomenta la instalación y uso de la energía solar?". Ay, ay, ay... eso es lo mismo que me pregunto yo. Las energías renovables existen, hace falta potenciarlas. Pero deben ser los gobiernos los primeros en dar ejemplo e invertir en ellas. El petróleo se agota, ¿habrá que esperar hasta agotar la última gota para que potencien las energías renovables?¿O es que no les interesa?