Para evitar un engorroso mailing de despedida, he preferido llenar ese espacio vacío en forma de archivo correspondiente al mes de agosto de 2006 en este blog, con el objetivo de informar, a quien pueda interesarle, de mi inminente partida.
No, no os asustéis, mi querida multitud de incondicionales lectores, de momento no abandono estas páginas. Aunque es posible que lo haga -no creáis que no me lo he planteado, después de haber cumplido un año en blogger sin celebrarlo, como casi todos mis cumpleaños. Se trata de un cierre temporal por vacaciones, pero como casi todos los blogs que visito, así como las escasas tres o cuatro personas que de vez en cuando me leen, también andan un poco desconectados, casi nadie se va a dar cuenta.
Mañana cojo, no uno, sino dos aviones para Alemania: uno de España a Alemania y el otro, dentro del propio país para llegar a mi destino, un poco apartado de las habituales rutas turísticas. Se trata de un pueblecito de 31.000 habitantes, más cerca de la frontera checa que de Berlín, por ofrecer un dato respecto a su situación, que sin embargo, no tiene nada que envidiarle a algunos destinos turísticos mucho más sobrevalorados. Imagino que, entre otras cosas, encontraré cierta calma y pocos ordenadores; es decir, algo que necesito mucho. Además, cuenta con una catedral que, aunque no había oído mencionar en mis cinco años estudiando Historia del Arte en la Universidad de Valencia, parece de gran interés por su decoración escultórica. Pero como aún no lo he visto, mejor no adelantar acontecimientos.
De hecho, prometo a mi regreso un completo cuaderno de viaje. Literalmente, que para eso me he comprado dos cuadernos de gusanillo y cuadritos. Aunque todavía no sé si lo incluiré en este blog, o crearé uno ex profeso.
Por otro lado, se me quedan en el tintero muchos temas de los que hablar, muchas ideas anotadas a bote pronto o a vuela pluma -¡Qué dos expresiones más bonitas!-, ideas que no han sido ampliamente desarrolladas, no tanto por la falta de tiempo, como por puro agotamiento: mis párpados caen pesadamente cada vez que tienen que enfrentarse a una pantalla de éstas y mis dedos se colapsan ante el teclado tras dos o tres golpes sobre los caracteres.
Algunos de mis temas pendientes, de los que no puedo prometer que vaya a desarrollar a mi regreso, podrían llevar por título:
- Si yo fuera alcaldesa
- Cómo hacerse millonario en internet con las descargas de música
- Huelga de tomates
- Encuestas auténticas: nadie ve documentales
Etc.
Y el etcétera, sí que prometo desarrollarlo.
Hasta septiembre.
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