Hoy he estado hablando, fuera del ciberespacio, sobre el concepto de belleza femenina al que alude
la entrada anterior. Mi interlocutor, además de confirmar a título personal esa teoría, tan defendida por parte de los hombres, de que las mujeres que de verdad les atraen no se asemejan en absoluto a las modelos escuálidas -se refirió a la imagen de lozana juventud que ofrecían en su momento
Carmen Sevilla y
Sofía Loren como iconos sexuales-; añadió un par de ideas interesantes. La primera, que muchos diseñadores prefieren modelos que no llamen la atención, para que no sean protagonistas por encima del vestido que lucen. La segunda, que el estilo filiforme de los cuerpos de las modelos tiene relación con la intención "artística" -estética, matizaría yo- de los diseñadores.
Al pensar en una mujer estilizada e ideal como obra de arte en sí misma, se me vino a la mente esta pintura:
Aunque de Ingres se haya dicho que estuvo a medio camino entre el clasicismo y el romanticismo, aunque se haya dicho que aplicaba las normas del dibujo clásico a un concepto romántico de la belleza; todo eso no implica que ese dibujo construyera formas extraídas de la realidad. En sus obras no hay naturalismo. La Gran Odalisca es una idealización, una conceptualización, de una belleza que no está en la naturaleza. La Gran Odalisca no es ninguna mujer: ni ha existido, ni existirá nunca.
5 comentarios:
La prueba de que aquí no hay naturalismo es la postura imposible de la pierna izquierda. Reto a cualquier señora a que imite -en el posado- a la modelo de Ingres.
Yo ya lo intenté en su momento, Gregorio, y casi me descoyunto. A mi me parece que la Odalisca tenía tres piernas, dos en su sitio y otra de repuesto para ponerla donde el pintor quisiera. Aunque, quién sabe, lo mismo había dos odaliscas y la segunda sólo muestra la pierna por encima de la primera para llamar nuestra atención.
La imagen tiene otros muchos errores. Parece una de estas "imágenes imposibles" construidas a propósito para que busquemos los errores. No hay más que fijarse en el pecho que emerge de la axila, o en la interminable curva de la espalda. La chica debía tener lumbago.
Un saludo.
También hay una gran cantidad de imágenes masculinas imposibles, o paisajes inverosímiles que aunque tengan una cierta inspiración real no representan nada en concreto. Y ahí radica su fuerza, en realidad Ingres, al igual que antes Velázquez y después Cézanne no hicieron más que plasmar conjuntos que en principio pueden parecer bellos y enigmáticos pero que si se miran detenidamente son completamente inverosímiles: Las meninas de Velázquez, los bodegones de Cézanne o El Moulin Rouge de Manet... e igualmente la estética anoréxica no deja de ser más que eso, una estética imposible, lo malo es que por un lado se trata de personas y no de pigmentos en un lienzo y por otro se trata de imponer como un ejemplo social, lo cual es bastante falaz.
Lovesick, me alegra muchísimo que te pases por aquí y que te animes a comentar. Tú sabes porqué.
Respecto a lo que dices, no tengo más que añadir. Sólo comentarte que me agrada que traigas otros ejemplos de "arte imposible", para que podamos comparar. Esto se puede convertir en un futuro post... O quién sabe, en una tesis.
Besos.
me gusta lo de arte imposible... daría para una enciclopedia! yo me ocupo de la parte de "cine imposible"... desgraciadamente no tengo tiempo para leer todos los blogs que desearía... pero por todos ellos me paso en cuanto puedo.
Rebesos
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