- ¿Por qué no me has llamado?
- Estaba disfrutando de mi soledad.
- ¿Y ahora qué quieres?
- ¡Te necesito! ¿Dónde estás?
- En mi soledad. Me arrojaste a ella. Ahora la disfruto y no quiero salir.
Qué difícil es encontrar el equilibrio.
20.9.06
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